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Mostrando las entradas de junio, 2014

Pueblo Nuevo: Ciudad Intercultural, Moderna y Turística

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Hablar de Pueblo Nuevo, es hablar de progreso y modernidad. Este pujante distrito Chinchano, es uno de los más jóvenes, pero de los más desarrollados de la provincia, además del más poblado. Su población actual se calcula en casi 58 mil habitantes, con una tasa de crecimiento anual de 2.53%. Su superficie es completamente llana, no presentando ningún accidente geográfico, lo que le ha permitido el trazo de amplias calles y avenidas, superando en amplitud urbana a la de la capital de la provincia, y su diseño de ciudad moderna le dan un atractivo envidiable. Limita por el Norte, con el distrito de Chavín y la quebrada de topará (perteneciente a Grocio Prado); por el Sur, con el distrito de Chincha Alta; por el este con Alto Larán y por el Oeste, con Grocio Prado. La población del distrito es producto de las migraciones interdistritales. No es raro encontrar dentro de sus límites a chinchanos de la sierra de Chavín, San Juan de Yánac y de San Pedro de Huacarpana, incluyendo también a

Quebrada de San Juan en Chincha: Un Viaje Inolvidable

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A solo 45 minutos de la ciudad de Chincha, la quebrada de San Juan es un paraíso olvidado, donde se puede disfrutar de la vida al aire libre, alejarse por un momento de la rutina y conocer lugares maravillosos y enigmáticos como Huancor, donde aún la voz de nuestros antepasados resuena desde los grabados en piedra. El amanecer se mostraba frio, distante y calaba lo más hondo en la piel al momento de cruzar raudamente las curvas de la carretera, al lado del camino ya se aprecian algunas cualidades del paisaje a quebrada que nos indican que ya estamos por dejar el llano, alrededor de la carretera se dibujan las más diferentes formas y lugares que algunos lugareños ya han bautizado con nombres propios, allí se encuentra la “piedra virgen” y “el cerro solo”, figuras geológicas que el tiempo ha sabido moldear, nos dicen. Eran aproximadamente las ocho de la mañana, cuando el ruido del motor, mismo gruñido de León nos indicaba que ya era el momento de la Subida hacia la “culebrilla”