• Apr 11, 2025

La leyenda de La Carcacha de San Benito en Chincha

Camino oscuro


Cuenta la leyenda que hace muchos años, en el tranquilo pueblo de San Benito, la juventud se entretenía asistiendo a las celebraciones y fiestas que se organizaban en el cercado del distrito de Grocio Prado en Chincha. Los sábados y domingos, los jóvenes aprovechaban el tiempo libre para bailar, cantar y disfrutar de la música criolla y afroperuana que resonaba en las festividades. Sin embargo, en medio de la alegría, también existía un temor latente: el misterio de "La Carcacha".





Los ancianos del pueblo, quienes en su juventud conocieron esta historia, relataban con escalofríos cómo "La Carcacha" deambulaba por los caminos solitarios de San Benito después de la medianoche. Según contaban, este espíritu maligno merodeaba especialmente los caminos que bordeaban las chacras, aquellas tierras de cultivo que, en la oscuridad, se transformaban en escenarios tenebrosos.





Los que regresaban de las fiestas en la madrugada, con el ánimo aún elevado por la música y el baile, se enfrentaban a la soledad de esos caminos. La luna, si es que aparecía, apenas iluminaba el sendero. Fue en esas circunstancias que varios jóvenes afirmaron haber visto a "La Carcacha".





Las descripciones variaban, pero todos coincidían en un detalle aterrador: no era una aparición común. Algunos decían que se trataba de una figura espectral con forma humana, envuelta en un halo oscuro que parecía absorber la luz de las estrellas. Otros aseguraban que "La Carcacha" tomaba la forma de un animal, que avanzaba hacia ellos, emitiendo un sonido que helaba la sangre.





Los testigos que tuvieron la desgracia de cruzarse con ella narraban experiencias de terror absoluto. Aseguraban que el espíritu los seguía a una distancia inquietante, deslizándose lentamente por los senderos mientras el sonido paranormal que emitía les hacía eco en el corazón. Aquellos que intentaron huir se encontraron paralizados por el miedo, incapaces de moverse, mientras "La Carcacha" se acercaba con su presencia ominosa.





Una vez que el espíritu desaparecía, los afectados quedaban marcados de por vida. Algunos perdieron el habla durante semanas, otros evitaban salir de noche y algunos incluso dejaron de asistir a las fiestas por temor a encontrarse nuevamente con aquel ente maldito.





Los mayores del pueblo aseguraban que "La Carcacha" no era un simple espectro, sino una advertencia. Decían que se aparecía a quienes no respetaban los límites, a los que desobedecían a sus padres y se aventuraban imprudentemente por los caminos oscuros. Era, para ellos, un castigo por los excesos y la imprudencia.





Hoy en día, la historia de "La Carcacha" se ha convertido en parte del imaginario colectivo de San Benito y Grocio Prado. Una leyenda chinchana que aunque algunos lo consideran un cuento para asustar a los jóvenes, otros aseguran que el espíritu sigue allí, esperando en las sombras, listo para presentarse ante los desprevenidos que desafían la noche.

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