Leyenda de Chincha
Cuentan los viejos que, hace muchísimos años apareció en la provincia de chincha, un pequeño asno, que lucia aperos y estaba muy bien adornado con cintas y moños de lanas de los mas diversos colores. Al cruzar las polvorientas calles de chincha baja, invitaba a los muchachos para que montaran sobre su lomo, pero cada vez que los muchachos colgaban se alargaba poco a poco hasta que llegaron a montar los diez chiquillo.
Como es muy natural, la chiquillada estaba encantada de pasearse en tal vistoso jumento al que hacían efectuar las mas graciosas cabriolas. El burrito, resistía, resignado, todas las fechorías de los palomillas, pero, cuando menos lo pensaba, emprendía un veloz carrera y desaparecía, llevándose a todos los muchachos que cargaba.
Los pobladores de chincha baja estuvieron alarmados con la desaparición de los muchachos, y creían, a pie juntillas, que el diablo tomaba la forma de un asno para llevarse a los niños al infierno, donde eran sacrificados por unos demonios con grandes cuernos y ojos llameantes.
Teniendo conocimiento de lo que acontecía en esta provincia se apresuró en venir Fray Ramón Rojas, el famoso padre Guatemala, del que se cuenta numerosas hazañas y milagros en todo el Departamento de Ica.
El padre Guatemala visito el lugar donde casi siempre el diablo en forma de borriquillo y, en la primera oportunidad que se presentó con el, lo azotó con su cordón mientras sostenía en su mano izquierdo un crucifico. El asno explosiono al Instante dejando un intenso olor a azufre, que es olor característico del demonio, y desde entonces ya no vuelto a aparecer en busca de los muchachos, para tranquilidad de todos los chinchabajinos.
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