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Félix Castillo Tardío |
Félix Castillo Tardío, mejor conocido como “La Saeta Negra” o “El Aretino”, dejó una huella indeleble en la historia del fútbol peruano y, particularmente, en el Club Alianza Lima. Nacido el 21 de febrero de 1928 en Chincha, Perú, Castillo fue un ídolo en su posición de puntero derecho, destacándose por su velocidad, potencia y gran habilidad en el área. Su historia es la de un jugador que, a través de su talento, se consolidó como uno de los mejores extremos derechos del país y como un referente en el fútbol de Sudamérica.
Un Inicio Meteórico en el Fútbol Peruano
Castillo inició su carrera profesional en 1946 con el Alianza Lima, donde rápidamente se ganó el cariño de la afición gracias a su estilo explosivo y su habilidad para crear oportunidades de gol. Proveniente de la cantera de "Los Bombones" en Chincha, comenzó a ser reconocido en su tierra natal antes de dar el salto a la capital. Su agilidad y destreza lo convirtieron en una pieza fundamental para el equipo y en una promesa para el fútbol peruano, logrando destacarse como una de las figuras de Alianza en una época de alta competitividad en el fútbol local.
El "Aretino": Apodo y Leyenda
Su apodo, "Aretino," lo recibió en honor a un famoso caballo de carreras de los años cincuenta, destacando su velocidad y fuerza en el campo. La capacidad de Castillo para desbordar defensas y asistir o anotar goles le ganó el reconocimiento de sus contemporáneos y de la prensa deportiva, que lo señalaba como el extremo derecho más letal de su época. Además de sus logros individuales, contribuyó significativamente a la obtención de cuatro títulos de la Liga Peruana con Alianza Lima en los años 1948, 1952, 1954 y 1955.
Su Paso por el Fútbol Colombiano en El Dorado
En 1950, durante el período conocido como "El Dorado" del fútbol colombiano, Castillo se unió al América de Cali, donde jugó durante dos temporadas (1950-1951). Su rendimiento en el equipo colombiano fue tan destacado que se convirtió en uno de los mejores futbolistas extranjeros en la historia del club. Este reconocimiento consolidó su fama fuera de Perú y le permitió ganar admiración en otras partes de Sudamérica. Su juego en Colombia fue un reflejo de su talento innato y lo estableció como una figura internacional.
El Regreso a Perú y Su Retiro
Después de su experiencia en Colombia, Castillo regresó a Alianza Lima, donde continuó su carrera hasta 1957. Cerró su trayectoria deportiva en 1961 jugando para Defensor Lima, donde se desempeñó en una posición más retrasada, como volante. Su retiro no disminuyó su legado; hasta el día de hoy, se le recuerda como uno de los mejores punteros derechos del fútbol peruano y como un ídolo aliancista.
Un Legado Inmortalizado en Chincha
Félix Castillo falleció el 12 de octubre de 1978 a los 50 años en Lima y fue enterrado en el Cementerio El Ángel. En honor a su carrera y a su impacto en el fútbol peruano, el estadio principal de su natal Chincha lleva su nombre, un tributo a un jugador que no solo destacó en la cancha, sino que también se convirtió en un símbolo de orgullo para su comunidad y para el fútbol peruano en general.
La historia de Félix Castillo es la de un jugador que trascendió en su época y que, aún décadas después de su fallecimiento, continúa siendo un referente en el fútbol peruano. “La Saeta Negra” dejó una herencia de pasión, habilidad y amor por el deporte, consolidándose como uno de los grandes ídolos de Alianza Lima y del fútbol en Perú.
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