Chincha, región y cuna de civilizaciones gloriosas, de manera que sus etapas histórico-sociales por las que ha tenido que pasar, la han afirmado cada vez más, llevándola a ocupar un sitial envidiable entre las provincias del departamento de Ica.
Los primeros pobladores del valle, a los que llamaremos pre-chinchas, fueron gentes de pequeña estatura, del tipo "changos", tribus que ocuparon la zona de costa de Antofagasta y Arica, que como los pre-chinchas, fueron pescadores y adoraron al mar.
Corridos los tiempos, llegaron procedentes de lejanas tierras, poderosas tribus, al mando de bravos y religiosos jefes, los que se adueñaron del valle, después de someter a su dominio o arrojar de la región a los pre-chinchas.
Los invasores, se denominaron como "Chinchas" que según la interpretación quiere decir "Jaguares", que por extensión se designo igualmente al valle conquistado por su esfuerzo.
Según la relación de Fray Cristóbal de Castro, los chinchas, estuvieron gobernados por Guabiarucana, cuya sede de su gobierno fue fijado en un comienzo en la parte alta del valle (Hatunllacta), en el Alto Larán (Raurán), donde erigieron un templo a su dios Chinchaycamac o dios particular de los chinchas, representado por el "jaguar", dios incorpóreo e invisible, creador y protector de la tribu de los jaguares.
Más adelante al descender de los altos de Larán, hacia Chincha Baja y Tambo de Mora, incorporarán a su culto el dios del mar y con la conquista de los Incas, adoptarán el culto al sol (Inti); al que erigieron un templo sobre el edificio construído entre Chincha Baja y Tambo de Mora, sede del gobierno del Guabiarucana y residencia de los nobles de los Chinchas, denominada hoy "La Centinela".
La Conquista, Cambiaría sus usos y costumbres, progresando considerablemente.
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